Si hay algo especial en la estación de invierno sin duda es la Navidad… color, luces, ilusión, magia, para mí es la época más entrañable del año.
Un elemento decorativo cada vez más en auge es la corona de Navidad.
La tradición se remonta a la época de la Antigua Roma, donde se regalaba y se colgaban en la puerta para que la salud reinara en sus hogares durante todo el año que estaba por llegar.

Con el tiempo se ha extendido a todas partes del mundo.
Es un elemento muy fácil de realizar y decorar. Para esta decoración yo he elegido los siguientes elementos:
Ramitas de ciprés y pinsapo, piñas, cinta de tela, unas ramitas de (calluna vulgaris) color lila, un pajarito de cristal que compre en un viaje a Berlín, perlas…
Con una base de ramitas se hace un círculo y se va atando con hilo de alambre para conseguir su forma redondeada.
Después con las ramitas del ciprés y del pinsapo se van uniendo entre sí con el hilo de alambre verde para formar pequeñas ramas y se van pegando con la pistola de silicona caliente al aro formado, se sujetan con unas horquillas de moño siempre en la misma dirección hasta llegar al principio.


Para colgarla utilizaremos una cinta del mismo color que el lazo decorativo que he añadido a la parte baja de la corona.


A veces no encontramos cinta del ancho que deseamos, pero eso no es problema, podemos coser ésta por el medio y disimular con otra más estrecha, así tendremos el ancho ideal para nuestra corona.
Os animo a dejar volar vuestra imaginación y creatividad.
Ya podéis colocar vuestra corona en la puerta de casa, encima de la chimenea, cualquier espacio será un lugar perfecto.
¿Qué tal os ha quedado?… Me encantaría saber vuestras opiniones.

Nos vemos pronto. Saludos
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